"UN CUENTO SIN FIN"

Ecuador ha sido escenario de una intensa movilización social en el transcurso de estas tres últimas semanas. Pero el cuento aún no acaba, pues cuando todo se encontraba tranquilo, otra vez se dió una nueva manifestación pero en esta ocasión de los estudiantes universitarios y sus rectores, teniendo una gran acogida por toda la juventud.

El dia Miércoles 21 de octubre en Quito, estudiantes, profesores y autoridades de universidades particulares como la San Francisco de Quito, De las Américas, Tecnológica Equinoccial, Internacional... se sumaron al llamado de los miembros del Conesup. Exigían que la propuesta del Conesup sea analizada por la Comisión de Educación de la Asamblea Nacional.

La llamada movilización pacífica se convirtió en un caos total de tal manera que se requirió de bombas lacrimógenas para calmar a la gente, y es que la ira de los estudiantes se desato cuando se enteraron de que el Presidente De La Republica no se encontraba en la ciudad sino fuera de ella y que su petición no hiba a ser escuchada o por lo menos discutida mediante undiálogo.

Los manifestantes piden "respeto a la autonomía universitaria", defienden el derecho a la libre administración de las universidades y piden mayor debate de la propuesta gubernamental que no se convierta en una ley autoritaria sino aprobada por el pueblo y principalmente por las partes afectadas.

Pero, ¿Por qué recientemente se levanta el pueblo en busca de que se respete sus puntos de vista? La gente en las calles ya no habla bien del presidente como lo hacían al principio de su mandato, dicen, estar arrepentidos de nuevamente haber errado en su voto, laman al Presidente un Dictador, un comunista. La mala información estará entonces influenciando en el pensar de la sociedad o los hechos son sus principales concejeros.

Las manifestaciones en pro de ser escuchados seguirán entonces, no se rendirán hasta cuando sus pedidos sean atendidos, pero para eso se necesita un diálogo, con decisiones firmes y acuerdos concretos que se cumplan, solo así la calma retornara al país.

POR:Diana Nogales y Gioconda Chiriboga.